El Chef Unkommon encuentra la libertad en la elaboración de alta cocina en York
- El camino del chef Schan Gladden para abrir su propio restaurante en York comenzó hace casi 30 años.
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El chef Schan Gladden estrechó con vacilación la mano del ex fiscal adjunto del distrito William Graff cuando, sin sospecharlo, se cruzaron el año pasado en York. Se trataba del hombre que había contribuido a enviarle a prisión durante una década tras años de vida pandillera.
Ese día, sin embargo, Schan compartió con Graff su visión de un pequeño restaurante familiar en York.
Cuando Schan y su prometida y socia, Sabrina Perry, abrieron las puertas de The Unkommon Chef a principios de este año, Graff estaba allí, pidiendo su especialidad de hamburguesa de cordero con gambas a la parrilla.
Justo después de que el abogado se fuera, el teléfono de Schan se iluminó. Graff había dejado una crítica de cinco estrellas: “¡El servicio y la comida son los mejores! Recomiendo con gusto este restaurante a todos”.

El viaje de un chef
Abrir The Unkommon Chef no fue la primera incursión de Schan en la alta cocina. Al crecer en Nueva York, la familia de Schan estaba muy metida en el negocio de la restauración. Su abuelo, su madre y seis de sus tíos eran chefs.
Comenzó a estudiar en el Instituto de Artes Culinarias de Nueva York en 1995, pero pronto se vio atrapado en lo que él llama “la acelerada vida de la calle”.
Tras su paso por la cárcel, Schan empezó a limpiar las personas, los lugares y las cosas que le impedían llegar a donde quería.
“Empecé a perseguir un poco más mi carrera”, dice.
Recibió formación clásica en cocina francesa, italiana y mediterránea y empezó a trabajar como chef de línea, sous chef y, finalmente, chef ejecutivo en numerosos restaurantes de York, Harrisburg y Lancaster.
Desde Annie Baileys, Stock’s On 2nd y The Pressroom hasta Gibraltar, Joe Boys y Conestoga, Schan trabajó en el circuito. Cada experiencia amplió su amor por la buena mesa y la cocina internacional.
“Todo me llevaba a la comida”, dice. “La comida es la vida, y la vida merece ser vivida”.
En 2020, mientras trabajaba como chef ejecutivo de The Fig & Barrel Pub en York, Schan se dio cuenta de que no quería trabajar para otra persona el resto de su vida. Él y Sabrina comenzaron a buscar su propio espacio.

Un oasis desprevenido
Tropezaron con un edificio poco llamativo en la esquina de las calles Fulton y East Princess de York.
La reparación les llevó casi un año, pero a principios de 2022, por fin estaban listos para abrir. Las paredes de color amarillo brillante contra el ladrillo pintado de negro y la vegetación montada en la pared crean el ambiente de un pequeño y acogedor bistró de Miami.
“Casi todo el mundo que entra por la puerta dice lo mismo: ‘Me siento como si me hubieran hecho retroceder en el tiempo'”, dice Schan. “No construimos este lugar sólo para cocinar. Construimos este lugar para que la comunidad venga a disfrutar, a relajarse, a sentirse bien.”
Para otras personas que estén pensando en lanzar su propio negocio, el consejo de Schan es: “No dejes de perseguir tus sueños. Mientras tengas un sistema de apoyo, puedes hacer cualquier cosa”.