El fundador de York Flea ve el evento como una incubadora para el desarrollo de microempresas
- Kristen Dempwolf organizó el primer York Flea en 2015 bajo la lluvia con 10 vendedores. Hoy tiene una lista de más de 100 microempresas que participaron en el evento.
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Cuando Kristen Dempwolf organizó su primer evento de York Flea en la avenida Clarke, entre las calles Beaver y Pershing, en octubre de 2015, ella y 10 vendedores se reunieron bajo una lluvia torrencial para vender de todo, desde ropa vintage hasta jabones artesanales, velas y decoración.
Solo este año, más de 100 microempresas han participado en York Flea, que ha acogido múltiples eventos al aire libre y en interiores por todo el centro de la ciudad y más allá.
“El objetivo principal para mí es crear un espacio para que estos negocios prosperen”, dice Kristen. “Muchos de estos vendedores tienen el objetivo de tener algún día un escaparate o un próspero negocio de comercio electrónico”.
York Flea y eventos como este permiten a los vendedores tantear el terreno, ganar conexiones y pivotar antes de llegar a ese punto.
“Tenemos muchas historias de negocios locales con tiendas de ladrillo y mortero o grandes seguidores en línea que comenzaron aquí mismo en York Flea”, dice.
Animar a su comunidad
En la actualidad, Kristen es la directora de marketing a tiempo completo de The Pretzel Company, que envía pretzels al por mayor a los 48 estados continentales. Pero su amor por los negocios locales empezó mucho antes de que asumiera ese papel.
Mientras trabajaba para Downtown Inc. como coordinadora de eventos y marketing hace varios años, encontró un grupo de mentores -entre los que se encontraban su antigua colega de Downtown Inc. Natalie Williams y Kelley Gibson, de la Alianza Cultural- que la ayudaron a ver el potencial de York.
Mientras Kristen ayudaba a organizar y hacer crecer con éxito los Primeros Viernes y Go Green in the City, vio un vacío en el mercado local.
“Nadie promocionaba realmente a los creadores, a las personas que dirigían estas pequeñas o incluso microempresas”, dice. “Esta gente siempre aportaba un valor añadido a un evento existente, pero no había nada que dijera: ‘Este evento trata de ti y de lo que haces'”.
Mucho valor para York
Kristen no sabe cómo será el futuro de York Flea, pero sabe que mientras siga ofreciendo un espacio y una voz a sus vendedores, estará cumpliendo su objetivo final.
“Al fin y al cabo, quiero que nuestros vendedores sepan que son importantes para nuestra comunidad y quiero ayudarles a tener éxito”, dice. “Aportan mucho valor a York, y quiero que otras personas lo vean”.