Empresario lleva el refugio recreativo al siguiente nivel en el sur del condado de York

Al crecer en el sur del condado de York, Carrie Almony siempre quiso crear algún tipo de instalación recreativa para las familias, pero no sabía muy bien cómo sería.

Cuando surgió la oportunidad, ella y su marido, Brian, la aprovecharon.   

La hija de ambos había participado en un programa de animación competitiva en Titanium Athletics, y cuando los propietarios anunciaron que iban a cerrar el negocio en febrero de 2018, Carrie y Brian se ofrecieron a hacerse cargo del alquiler de las instalaciones de New Freedom y a comprar el equipo.

“Salieron por la puerta el 30 de abril”, dice ella. “Desbloqueamos las puertas el 1 de mayo y simplemente seguimos adelante con lo que tenían”.

Una nueva visión

Sin embargo, Carrie imaginó una dirección diferente para el espacio, uno donde los jóvenes -tanto sus clientes como el personal- pudieran encontrar un sentido de pertenencia. En lugar de deportes de grupo, Carrie decidió centrarse en actividades individuales.

“Quería crear un entorno en el que los niños no se sintieran presionados”, dice. “Quería que pudieran entrar libremente y aprender una habilidad sabiendo que no hay ningún programa vinculado a ella”.   

Cuando el contrato de arrendamiento terminó dos meses después, buscaron un espacio más grande en el que pudiera caber algo más que el gimnasio de saltos y volteretas que habían estado ofreciendo. Querían jaulas de bateo, rocódromos, camas elásticas, un circuito de guerreros ninja y campos de césped cubiertos de tamaño completo.

Encontraron el lugar perfecto a unos 10 kilómetros de la carretera interestatal 83, en Glen Rock. Carrie y Brian, junto con sus socios John y Kellie Burton, compraron el edificio y comenzaron el largo proceso de demolición, limpieza y construcción.

Carrie y Brian eligieron PeoplesBank para ayudar a financiar el nuevo emprendimiento. Habían estado trabajando con PeoplesBank desde que incorporaron por primera vez su empresa de soluciones inmobiliarias años antes.

“Ha sido una experiencia fenomenal”, dice Carrie, “Se arriesgaron con nosotros. No puedo decir suficientes cosas buenas sobre ellos”.

Titanium estuvo cerrado un año durante el proceso de compra y renovación.

“Fueron muchas horas de trabajo a las dos, tres y cuatro de la mañana y luego volver a levantarse a las seis”, dice Carrie. “Siempre te preguntas: ‘¿Hemos mordido más de lo que podemos masticar?’, pero el impulso que tengo y la razón y el propósito que tengo detrás de tener una instalación eran mucho más importantes que las noches y las mañanas tempranas y las largas horas.”   

Construyendo un equipo

La instalación reabrió en julio de 2019 y ha crecido hasta emplear a más de dos docenas de personas.

Varios de los empleados son estudiantes que forman parte del programa Work Study de la escuela secundaria Susquehannock, donde pueden contar el trabajo como parte de sus créditos de la escuela secundaria y recibir una calificación basada en su rendimiento laboral. Es un programa del que Carrie formó parte en la escuela secundaria y que le ayudó a construir su impulso para el trabajo duro y la creación de empresas.

Mientras Titanium Athletics sigue ampliando su huella y su oferta recreativa, Carrie espera que los jóvenes que entren por sus puertas sepan que es un lugar seguro al que acudir, tanto si buscan un trabajo como si sólo quieren probar a ser un guerrero ninja.

“Tener una instalación donde los niños puedan venir, sentirse incluidos, tener actividad, tener un lugar donde se sientan cómodos y tener personal aquí que posiblemente pueda relacionarse con algo por lo que están pasando”, dice Carrie, “ese es el propósito por el que seguimos haciendo lo que hacemos”.