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Frank Dittenhafer, cofundador del estudio de arquitectura: Concéntrese en el corazón de su negocio

Frank Dittenhafer, cofundador del estudio de arquitectura: Concéntrese en el corazón de su negocio

  • Frank Dittenhafer, Presidente de Murphy & Dittenhafer Architects, afirma que el espíritu empresarial no puede consistir únicamente en ganar dinero, sino que debe estar impulsado por la pasión.
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Cuando Frank Dittenhafer se sentó con su socio Michael Murphy hace más de 35 años, hicieron una lista de las tres cosas que guiarían su negocio:

1. Producirían una excelente arquitectura.

2. Recibirían una compensación justa.

3. Disfrutarían de su trabajo.

Aunque han añadido algunas cosas a la lista a lo largo de los años, esos tres objetivos han seguido siendo la columna vertebral de Murphy & Dittenhafer Architects desde 1985.

En la actualidad, la empresa ha crecido hasta contar con una plantilla de más de 25 empleados, con oficinas en York y Baltimore, y sus encargos reciben regularmente premios de diseño de varias secciones del Instituto Americano de Arquitectos.

“Una de las cosas que siempre he considerado muy importante al iniciar una empresa es dedicarse a lo que te apasiona y a lo que disfrutas haciendo”, dice Dittenhafer. “Nos lo planteamos como: ‘Por qué queremos ser conocidos y qué nos mantendría en la búsqueda de eso’. No puede tratarse sólo de ganar dinero; tiene que estar impulsado por la pasión”.”

Mantener la autenticidad

Dittenhafer reconoce que ganar dinero forma parte de la gestión de un negocio. “No es un hobby”, dice. “Hay que ser rentable y tener recursos para operar y crecer”.

Pero nunca ha tenido la tentación de ser una de las “empresas de más rápido crecimiento” o de superar a sus competidores en tamaño de plantilla o ingresos.

Centrarse en el crecimiento rápido suele requerir asumir una serie de encargos con rapidez, a menudo con ofertas que podrían alejarles de algunos de sus objetivos principales.

Si se les exige demasiado, no pueden producir una arquitectura excelente.

Si aceptan proyectos por el mero hecho de trabajar, es posible que no reciban una compensación justa.

Si se apresuran a alcanzar objetivos de crecimiento arbitrarios, es posible que no disfruten del trabajo.

“Hay una parte de mí que rechaza las filosofías empresariales populares de ‘acepta casi cualquier encargo y crece rápidamente, persigue el fracaso como experiencia de aprendizaje, aumenta los márgenes de beneficio y hazte tan grande como puedas'”, dice. “Para mí, el corazón de nuestro negocio y de la marca Murphy & Dittenhafer siempre ha sido la arquitectura excelente. Cuando tus objetivos se centran en el dinero, sacrificas las otras cosas que hacen que el espíritu empresarial merezca la pena.”

En M&D, la forma de hacer negocios refleja en gran medida la forma de crear los diseños. Son auténticos. Son genuinos. Se apoyan en su oficio y en su talento, y atraen a personas que sienten lo mismo, tanto empleados como clientes.

“He descubierto que ser reflexivo en los negocios me hace volver a esos tres objetivos sobre los que seguimos reflexionando hoy”, dice Dittenhafer. “Queríamos ser auténticos con nosotros mismos entonces, y eso es lo que el negocio debe seguir siendo hoy”.