El propietario de Rogue Sol Training, Austin Qualls, define a un atleta no como alguien que practica un deporte, sino como alguien que tiene un objetivo que quiere alcanzar y el impulso para hacerlo realidad.
Cuando el USS Theodore Roosevelt se retiró del puerto en 2015, Austin Qualls ya estaba trabajando en planes para organizar equipos de lucha a bordo del portaaviones.
Durante los dos años siguientes, Austin, más conocido como Coach Q, recorrió el mundo por mar, ayudando a sus compañeros marineros a llevar su entrenamiento al siguiente nivel.
Él no lo sabía entonces, pero era el comienzo de un modelo de entrenamiento que un día convertiría en su propio negocio, Rogue Sol Training.
El fitness se une a la salud
El entrenador Q pasó sus años de instituto luchando, corriendo en pista y jugando al fútbol. Después de salir de la Marina en 2016, se metió en el boxeo mientras vivía en California.
A los 21 años, empezó a entrenar para ser profesional, hasta que descubrió que iba a ser padre.
Hizo la transición a un trabajo en GNC, y los mundos de la salud y el fitness comenzaron a unirse para él. Al mismo tiempo, comenzó a trabajar para obtener su certificación como entrenador personal.
Sólo 15 meses después de que naciera su primer hijo, el entrenador Q dio la bienvenida al segundo bebé y trasladó a su familia al este.
‘Este es mi propósito’
Mientras entrenaba a equipos de lucha juvenil y de secundaria en Ohio, el entrenador Q empezó a imaginar la posibilidad de abrir su propio gimnasio.
Se mudó a Harrisburg en 2020 y lanzó Rogue Sol Training en el nivel inferior de la Mansión King en North Front Street.
“Este es mi propósito”, dice. “Puedo cambiar la trayectoria de la vida de las personas, pero cuanto más trabajas con la gente, te das cuenta de que estás trabajando con cosas mucho más profundas”.
A través de su modelo de entrenamiento holístico en 3D, el entrenador Q anima a sus alumnos a abordar no sólo la forma física, sino también la salud mental y emocional.
“No entreno sólo por entrenar”, dice. “Entreno la resiliencia, para que puedan manejar más y perseverar”.
El progreso por encima de la perfección
Mientras lanzaba Rogue Sol, la familia del entrenador Q volvió a crecer. Como padre de tres niños pequeños, se toma su modelo multidimensional de coaching como algo personal.
“Quiero ser un padre presente”, dice. “Uno de mis mentores dijo que no existe el equilibrio entre el trabajo y la vida privada. Se trata de priorizar. Cuando estoy en casa, estoy en casa. Cuando estoy en el trabajo, estoy en el trabajo. Hay que estar al cien por cien allí donde se esté”.
Vivir eso al mismo tiempo que criar a los hijos y hacer crecer un negocio desde los cimientos ha sido un desafío constante, pero la entrenadora Q no lo tendría de otra manera.
“Sea lo que sea que quieras hacer en la vida”, dice, “sólo hay una manera de hacerlo, y es hacerlo. No importa el obstáculo, el objetivo no es ser perfecto, sino esforzarse siempre por progresar.”